miércoles, 30 de noviembre de 2011

ENFERMEDADES GASTROINTESTINALES, GASTROENTERITIS.

ENFERMEDADES GASTROINTESTINALES.
 
 
Se les llama enfermedad gastrointestinal, a todas aquellas enfermedades que dañan el sistema digestivo. Los especialistas en tratar estos tipos de enfermedades se les llama gastroenterólogos.
La Gastroenterología, es la especialidad médica que estudia el sistema digestivo humano y las enfermedades que le pueden afectar en su desarrollo normal. Los especialistas en ese campo, llamados gastroenterólogos, estudian y tratan trastornos del esófago, el estómago, el intestino delgado, el intestino grueso, el colon y entre otros organos de nuestro cuerpo que forma parte de este sistema. A este grupo de organos, se le conoce como tracto gastrointestinal, así como del hígado, la vesícula biliar y otros órganos implicados en la digestión.

Gastroenteritis
La gastroenteritis es una inflamación de la membrana interna del intestino causada por una bacteria o parásitos. La gastroenteritis viral es la segunda enfermedad más común en los Estados Unidos. Se disemina a través de alimentos o agua que estén contaminados y el contacto con una persona infectada. La mejor prevención es lavarse las manos frecuentemente.

Las bacterias que más comúnmente causan gastroenteritis son los géneros de Salmonella, escherichia, Shigella y Campylobacter.
La pérdida de apetito y las náuseas, seguidas de diarrea abundante, son los primeros síntomas de una gastroenteritis. Poco después se producen accesos de vómito y movimientos intestinales, con diarrea acuosa, dolores y espasmos abdominales, fiebre y extrema debilidad. Las deposiciones suelen ser muy líquidas y, algunas veces, si la enfermedad se prolonga mucho tiempo, pueden llegar a contener sangre y mucosidades. Por lo general, los síntomas desaparecen después de dos o tres días. La diarrea y los vómitos que se presentan en un ataque de gastroenteritis originan una rápida pérdida de líquido y de elementos químicos, como sodio o potasio, lo cual puede causar una deshidratación grave, que alteraría la función química del organismo y, si no se remedia, puede afectar la función del hígado y de los riñones. Los riesgos son mayores en el caso de los niños, sobre todo de los menores de 18 meses, y también en los ancianos.

Medidas preventivas
  • Lavarse las manos después de utilizar el sanitario y antes de comer.
  • No consumir alimentos en lugares poco higiénicos.
  • Evitar la proliferación de insectos dañinos como las moscas y/o cucarachas en las alacenas de alimentos.
  • Tomar sólo agua hervida o debidamente esterilizada.
  • Tapar adecuadamente los depósitos de basura.
  • Lavar con agua y vinagre los alimentos a consumirse crudos (hortalizas, frutas, verduras, u otros abarrotes).

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